A boda y bautizado, no vayas sin ser llamado.
A fuego y a boda, va la aldea toda.
A la boda del herrero, cada cual con su dinero.
A las romerías y a las bodas, van las locas todas.
Al viejo recien casado, rechazarle por finado.
Baile que en burla empieza, acaba en boda.
Boda buena, boda mala, el martes en tu casa.
Boda, en igualdad, hasta en la edad.
Boda en mayo, ¡qué fallo!
Boda mojada, novia afortunada.
Boda sin borracho, tenla a milagro.
Boda y cofradía no es para cada día.
Boda y mortaja del cielo baja.
Boda y parida no es cada día.
Bodas buenas y magistrado del cielo es dado.
Bodas hacen bodas.
Bodas largas, barajas nuevas.
Cuando la vieja se alegra, de su boda se acuerda.
De bobos y bobas, se hinchan las bodas.
De tales bodas, tales costras.
De una boda sale otra boda.
El que es enemigo de la novia, ¿cómo dirá bien de la boda?
El que se casa fuera o la trae o la lleva.
El que se casa por todo pasa.
El que se enfada en la boda la pierde toda.
En muerte y en boda, verás quien te honra.
Entre bodas, fiestas y meriendas, ¿quién cuidará tu hacienda?
En trece y martes ni te cases ni te embarques.
Más vale una mala boda que un buen entierro.
Ni boda sin canto, ni muerte sin llanto.
Ni fraile en boda, ni perro entre las ollas.
Ni novia sin cejas, ni boda sin quejas.
No hay boda sin tornaboda.
Quien bien baila de boda en boda anda.
Viejo que boda hace «requiescat in pace».