Al hierro el orin y la envidia al ruin.
Al pesar por el bien ajeno, llaman envidia y es veneno.
A mala gente, envidia fuerte.
A mala suerte, envidia fuerte.
A quien nada vale, no le envidia nadie.
Castiga a los que te envidian haciéndoles el bien.
Celos y envidia quitan al hombre la vida.
Como al hierro la herrumbre, la envidia al hombre consume.
Culo veo, culo quiero, si no lo viera, no lo quisiera.
Dale al diablo lo que es suyo: lujuria, envidia y orgullo.
De almas bien templadas, es no tener envidia por nada.
De no callar la dicha, nace la envidia.
El envidiado se da el atracón, y el envidioso sufre la indigestión.
El envidioso, a todos se hace odioso.
El envidioso, a sí mismo es dañoso.
El envidioso enflaquece de lo que otro engorda.
El envidioso es de tal ser que no se le indigesta lo que come, sino lo que ve comer.
El envidioso no medra, ni quien de él vive cerca.
En corazón generoso, no cabe ser envidioso.
Envidia, del vivo; de los muertos, olvido.
Envidia me tengan y no me compadezcan.
Envidia, ni tenerla ni temerla.
Envidiar es bajeza, y ser envidiado, alteza.
Es mejor ser envidiado que ser apiadado.
Es peor la envidia del amigo que el odio del enemigo.
Hombre bondadoso, nunca envidioso.
Hombre no afortunado, nada envidiado.
Imite y supere el envidioso al envidiado y tanto como él será envidiado.
La cabra de la vecina más leche da que la mía.
La gallina de mi vecina más huevos pone que la mía.
La envidia acorta la vida.
La envidia, dice el autor, es martillo destructor.
La envidia es carcoma de los huesos.
La envidia es serpiente que al que la abriga le muerde.
La envidia es una mala consejera.
La envidia mató al pollo.
La envidia no se toma días libres.
La envidia, sigue a los vivos, y a los muertos, el olvido.
La envidia y las fiebres, matan al que las padece.
La envidia puede herir a lo que se tiene; pero no a lo que se es.
La envidia sigue al mérito, como la sombra al cuerpo.
La envidia va tan flaca y amarilla porque muerde y no come.
La envidia, dice el autor, es martillo destructor.
La envidia y la fiebre, matan al que las padece.
La gordura del dichoso, enflaquece al envidioso.
Lleno es de bondad, quien nunca llego a envidiar.
Más te debes guardar de la envidia de un amigo, que de la emboscada de un enemigo.
Más vale envidiado que compadecido.
Más vale ser envidiado, que amancillado.
Más vale ser envidiado que compadecido.
Más vale ser envidiado que envidioso.
No hay nada tan odioso, como un envidioso.
No te ufanes de tu bien ante los chicos, pero al envidioso pásaselo por los hocicos.
Nunca el envidioso medró, ni el que junto a él vivió.
Persona envidiosa no puede ser dichosa.
Quien de muchos es querido, de muchos es envidiado y aborrecido.
Quien envidioso fuere, antes de tiempo muere.
Quien envidioso vive, desesperado muere.
Quien nada vale, no le envidia nadie.
Quien te envidia, te enaltece y te achica.
Sarnosos y avarientos, nunca están contentos.
Ser envidiado, caso loado, ser envidioso, caso bochornoso.
Se teme más a la envidia del amigo, que al odio del enemigo.
Si la envidia fuera sarna, cuantos sarnosos habría.
Si la envidia fuera tiña ¡cuántos tiñosos habría!
Si la envidia fuese tiña ¡cuánta pez se gastaría!
Si la envidia fuese tiña ¡qué de tiñosos habría!
Si la envidia tiña fuera, qué de tiñosos hubiera.
Si no te envidia nadie, poco vales.
Si te envidia el chico, eres menos chico, mas si te envidia el grande, eres muy grande.
Si tu dicha callaras, tu vecino no te envidiara.
Tanto hace por su fama quien te envidia como quien te alaba.
Te fuiste doncella y viniste parida; ¡cuántas te tendrán envidia!
Vale más ser envidiada que envidiosa.
Yo me atraco de jamón, y el envidioso sufre la indigestión.