A cartas vistas no hay mal jugador.
A fullero viejo, flores nuevas.
A juego perdido, cabe le digo.
A naipes nuevos, suerte viejas.
A ningún pillo se le quita la baraja.
A quien gana buscarás que quien pierde volverá.
A tu amigo gánale un juego y bébelo luego.
Afortunado en cartas, desafortunado en amores.
Afortunado en el juego, desafortunado en amores.
Afortunado en el juego, desgraciado en amores.
Al hombre jugador y al caballo corredor poco les dura el honor.
Al mal dar, echar tabaco y fumar.
Al mal dar, paciencia y barajar.
Al mal juego, buena cara.
Al que primero gana el diablo le engaña.
Antes falte para el cuerpo que para el juego.
As de oros no lo jueguen bobos.
Aunque el jugador sea necio, si le entran triunfos, ganará.
Banquero que dobló ¿a quién esperaba que no se levantó?
Barca, juego y camino del extraño hacen amigo.
Bien juega el que no juega.
Carta echada, no puede ser retirada.
Carta en la mesa, está presa.
Cartas cabales, triunfos a pares.
Cartas que igualan no ganan.
Con dinero del juego nunca hizo el jugador nada bueno.
Con el que no compra pan no te pongas a jugar.
Con mujeres, armas y fuegos no quieras juegos.
Conocerás la locura en contar y jugar y correr mula.
Dámelo aficionado al juego y yo te lo daré borracho y mujeriego.
Dámelo jugador, y dártelo he ladrón.
De tahúres es ganar y perder.
De todo tiene la baraja: oros y copas, bastos y espadas.
De tres cosas no fíes: de salud de viejo, de alegría de jugador y de cielo estrellado.
Desgraciado en el juego, afortunado en amores.
Desquitóse Miguelejo; perdió un ducado; ganó un conejo.
Dijo el casino al cortijo: «Si tú enriqueces al labrador, yo lo arruino».
Dinero al juego ganado es dinero prestado: a jugar volverás y lo pagarás.
Dinero al juego ganado, dinero prestado: a jugar volverás y perderás.
Dinero que el naipe ha traído, hoy venido y mañana ido.
El dinero del juego hoy lo gano y mañana lo pierdo.
El dinero del juego muchos lo tienen, pero ninguno lo retiene.
El dinero del juego muchos lo tienen, pero pocos lo retienen.
El dinero del juego tan pronto es mío como ajeno.
El juego de la correhuela, cátale dentro, cátale fuera.
El juego del casinillo se come al labradorcillo.
El juego del puto, la primera carta es triunfo.
El juego destruye más que el fuego.
El juego ha de ser juego, pero no pesadumbre.
El juego la mujer y el vino, sacan al hombre de tino.
El juego lo conozco yo; pero al jugador, no.
El juego nos roba tres cosas excelentes: el dinero, el tiempo y la conciencia.
El juego, la mujer y el vino, sacan al hombre de tino.
El mirón, ¡chitón!
El mirón, mirar; pero sin chistar.
El muy dado a jugar, no hará casa con palomar; y si la hiciere poco le durará.
El que hace trampas jugando al infierno se va caminando.
El que juega no asa castañas.
El que pone al juego sus dineros no ha de contar con ellos.
El que pone al juego sus dineros no ha de hacer cuenta de ellos.
El sesudo y el necio se descubren en el juego.
El tahúr canta cuando las cartas le cantan; y cuando no, rabia.
En amor y en juego, más ve quien está fuera de ellos.
En casa del tahúr y del que jura, nunca faltan desgracias ni desventuras.
En habiendo vino, baraja y brasero, ¡venga aguacero!
En la casa del jugador loco, la alegría dura poco.
En la casa del tahúr poco dura la alegría.
En la casa del tahúr y del que jura, nunca faltan desgracias ni desventuras.
En la mesa y en el juego se conoce al caballero.
En la siesta y en el juego, se conoce al caballero.
En varios juegos de cartas o te plantas o te pasas.
En vísperas de viajar no te pongas a jugar.
Entre bobos anda el juego.
Entre juego y juego, te la pego.
Faldas y cartas mandan en España.
Gana poco, pero gana siempre.
Ganancias de tahúr, alegrones son de naipes.
Ganancias del que juega no duran semana entera.
Hijo jugador no nos lo dé nuestro Señor.
Hombre de buen trato ni juega ni da barato.
Juega el primer as que no perderás.
Juego de bolos no lo entienden todos.
Juego de manos, juego de villanos.
Juego que tiene revancha no hay que tenerle miedo.
Juego y bebida, casa perdida.
Juego y paseo, sólo para recreo.
Juego, poco y bueno.
Juegos de manos, juegos de villanos.
Juegos y risas esas son mis misas, comidas y cenas son mis novenas.
Juegos, pendencias y amores igualan a los hombres.
Jugador de sobaquillo, pagador de bolsillo.
Jugador no te alegres; que quien hoy gana, mañana pierde.
Jugador que gana, emplázalo para mañana.
Jugando bien nunca se pierde.
Jugar a lo cierto, vivir con concierto.
Jugar con fuego es peligroso juego.
Jugar limpio, bueno para la conciencia y malo para el bolsillo.
Jugar y pasear, cuando no hay que trabajar.
Jugar y perder ni es virtud ni es saber, jugar y ganar eso es de loar.
La bolsa del jugador no necesita atador.
La costumbre de jurar y de jugar mala es de dejar.
La costumbre de jurar y de jugar mala es de quitar.
La ganancia del juego arde como fuego.
La mejor suerte de los dados es no jugarlos.
La mujer del tahúr nunca se alegre, que lo que un día gana, ciento lo pierde.
La mujer que pierde un juego, por bien que juegue, no se desquita.
Las cartas y las mujeres se van con quien quieren.
Lo heredado y lo ganado al juego se tiene en poco aprecio.
Lo mejor de las cartas es no jugarlas.
Lo que el tahúr hoy gana lo pierde mañana.
Lo que ganaste y lo que perderás ras con ras.
Lo que se gana al juego hincha y no engorda.
Los hijos del jugador no tienen que reñir por la partición.
Los que no saben más tretas pierden más pesetas.
Más se cansa quien mira que no quien juega.
Más se ve mirando que jugando.
Más vale el mirón que el jugador.
Más vale un mal plantado que un bien pasado.
Más ven los que miran que los que juegan.
Mil estudiantes, mil nobles; mil jugadores, mil pobres.
Mujer de tahúr no te alegres que lo que tu marido esta noche gana, mañana lo pierde.
Naipes y vino tienen el mundo perdido.
Naipes, mujeres y vino sacan al hombre de tino y lo llevan por el mal camino.
Naipes, mujeres y vino, mal camino.
Naipes, mujeres, bailes y vino, al más asentado, quitan el tino.
Ni al gastador faltó qué gastar ni al jugador qué jugar.
Ni al jugador qué jugar ni al gastador qué gastar ni al avaro qué guardar.
Ni al rezador qué rezar ni al jugador qué jugar.
Ni al tahúr qué jugar ni al gastador qué gastar.
Ni al tahúr qué jugar ni al goloso qué comer ni al borracho qué beber.
Ni amigo jugador ni tahúr mal bebedor.
Ni baza primera ni muía gallega.
Ni juego primero ni buey blanco.
Ni mus sin jarra ni enamorado sin guitarra.
Ni santo sin estampa ni juego sin trampa.
Ningún vicio anda solo y el del juego se rodea de todos.
No hay caudal tan grande, con que el juego no dé al traste
No hay juego sin trampa.
No hay pobreza peor que el ser soberbio y jugador.
No hay tahúr sin mohína.
No hurtes ni juegues ni des a mujeres y vive como quieres.
No jugará porque no tendrá.
No me pesa que mi hijo pierda, sino que desquitarse quiera.
No metas los ojos en carta de otro.
No mueras en mortandad ni juegues en Navidad.
No son ases todos los naipes.
Ocasión y naipes a todos hacen iguales.
Ora en juego, ora en saña, siempre el gato mal araña.
Para el buen fullero todos los naipes son buenos.
Para ti, la ciencia; para mí, los triunfos.
Partida que se demora se pierde.
Pensar y perder todo puede ser.
Perdí y volví a jugar con ansia de desquitar.
Ponen la vida al tablero por ese negro dinero.
Por carta de más o carta de menos, se pierden amigos y juegos.
Por carta de más por carta de menos se pierden los juegos.
¿Por qué no juega Pedro? porque no tiene dinero.
Punto fuerte, mirón perpetuo.
Quien al juego se aficionajugará hasta su última hora.
Quien empieza ganando, acaba llorando.
Quien en mal juego porfía más pierde que cobra.
Quien es dado a jugar no hará casa con palomar.
Quien es tahúr y no tiene qué jugar conténtese con mirar.
Quien está en ganancia no baraje las cartas.
Quien gana la primera pierde la postrera.
Quien ha jugado jugará.
Quien juega con el que no tiene dinero, si pierde, el suyo, si gana, no gana el ajeno.
Quien juega de ligero arrepiéntese presto.
Quien juega no guarda cabras.
Quien jugó, pidió y hurtó; jugará, perderá y hurtará.
Quien limpio juega, limpio se vuelve a su casa.
Quien lo juega antes que lo gane no ha menester bolsa en que lo guarde.
Quien mal tira bien paga.
Quien no juega es el que gana.
Quien primero gana luego estruja la lana.
Quien sabe el juego no lo enseña.
Quien tiene buen naipe no espere a que la suerte le cambie.
Quien tiene mal naipe espere o rabie.
Quien todo lo juega a una carta, o todo lo pierde o todo lo gana.
Reñir con quien da ocasión y jugar con quien tiene dinero en el bolsón.
Si a tu amigo quieres conocer, hazle jugar y beber.
Si el prior juega a los naipes, ¿qué harán los frailes?
Si el que contigo juega conoces que te la pega, guarda el dinero y que juegue con un perro.
Si el tahúr se retira, otro gallo le cantara.
Si en el juego pides a quien gana, él te pedirá mañana.
Si eres buen jugador, tanto peor.
Si jugó, jugará; si loco estuvo, recaerá.
Si jugó, jugará; y si no tiene qué, hurtará o mirará.
Si siempre se ganara, no habría hombre que no jugara; pero llegado ese día, para que todos ganaran, ¿quién perdería?
Siempre que se ha jugado ha habido quien ha perdido y quien ha ganado.
Sueño, juego y pasear, sólo para recrear.
Tahúr ganancioso, mañana pordiosero.
Tahúr que no tiene dinero qué jugar sus orejas jugará.
Tahúr que pierde todo es reniegos y pestes.
Tres cosas hay que matan al hombre: putas, juegos y medias noches.
Un arreglo tiene el juego para siempre ganar: no jugar.
Un casino donde hay juego arruina un pueblo.
Un jugador se murió barajando.
Una regla siempre tiene el juego para siempre ganar: no jugar.
Unos trabajan y otros los naipes barajan.
Voy y vengo, y no se me olvida el juego.